jueves, 30 de junio de 2011

Mesa de Enlace Interdimensional / Salvedad ¿necesaria?


-¿Cómo anda todo? -Preguntó el Alter ego, mientras se servía un porrón de cerveza Negra Modelo.
-Estás dulce, eh. ¿Qué pasa? Ahora no te putean más por mail, y encima te entraron unas cuantas felicitaciones, ¿no? -Le dije, con gesto de sorna.
-Claro, boludo -terció el negro-, ¿acaso no lo conocés al nabo éste, que vive mirando de coté para ver qué piensan los demás? Si fuera un poco atractivo, un poquito, nomás, sería metrosexual.
-La concha de tu madre, negro.
-¡Eeeeeh, no discriminés, eh.
-Y, si vos me tratás de puto…
-Yo no te traté de puto, dije que serías metrosexual, que no es lo mismo.
-Para mí es lo mismo. Si te arreglás el pelito, las uñas, y todas las cositas como una mina, si no sos puto por lo menos empezaste a hacer los trámites. Y hablando de discriminación, vengo precisamente por ese tema.
-¿Qué pasa con eso?
-Nada, que como sé que estás por publicar un par de cuentos francamente discriminatorios…
-¿Y vos cómo sabés?
-Dejá de preguntar giladas, Si sabés que soy tu insider.
-Mientras yo lo disponga, claro.
-Prtimero, no sé si es tan así. Y segundo, me harías un gran favor si me dejaras de joder con todas tus pelotudeces. Respecto del tema discriminación…
-Vos le dijiste recién negro a mi amigo, y en contexto de puteada.
-Bueno, tarado, pero eso es acá, entre nosotros.
-Yo te voy a aclarar una cosa…
-Está bueno, eso precisamente es lo que necesitaba. Una aclaración necesaria. Y que llegue antes, no después de la picota.
-Yo no discrimino a nadie. Para mí la gente es gente, y me importa un carajo su color, religión o condición sexual. Claro que a los autoritarios, fachistas, los “yomesalvoyustedescáguense”, podría decirse que los discrimino, cuando en realidad lo que sucede que se discriminan ellos solos; ¿me explico?
-Si, pero…
-Pero nada. Yo me río de mí mismo, de mis miserias, de lo que sea; y si no pudiera reírme, sería capaz de pagarle a alguien para que se riera de mí -claro que con cierto talento- para subirme al tren del jolgorio y superar mejor el mal trago. La Intención es sana, la enfermedad corre por cuenta del salame que, encima de padecer desgracia, de la índole que fuere, pierde incluso el sentido del humor. Estamos llevando las cosas a un nivel que ya pronto no será posible ni emitir por TV a los imbéciles de Laurel y Hardy.
-Está bien, sólo eso quería oír.
-¿Querías oír o querías que lo publique?
-OK, quería que conste en Actas.
-Su Señoría, proveer de conformidad, SERÁ JUSTICIA.